"Respetar la vida" y trabajar para el "bien común" pide el papa a líderes en la ONU
El pontífice aseguró que el mayor peligro a día de hoy es "el hombre que dispone de instrumentos más poderosos capaces de llevar tanto a la ruina como a las más altas conquistas".
El papa Francisco llegó hoy a la sede de Naciones Unidas para cumplir con una histórica visita oficial, ya que es el primer pontífice que se dirige a un gran número de gobernantes mundiales en la Asamblea General.
La intervención, que duró alrededor de 45 minutos, se centró en los problemas que representan el cambio climático, la desigualdad social, el narcotráfico, la pobreza y las guerras que sacuden Medio Oriente y África. El pontífice remarcó la responsabilidad que los líderes presentes en el acto deben tener para mejorar las condiciones de vida de todos los seres humanos del planeta.
En la primera parte de su intervención, el papa hizo especial hincapie en la necesidad de cuidar el medioambiente, y afirmó que "el mal uso de los recursos lleva a la exclusión de los débiles". El pontífice aseguró que la explotación excesiva de los recursos naturales ha generado una cultura del "desperdicio".
Francisco I dijo también que "los gobernantes deben hacer todo lo posible para que todos puedan tener la mínima parte necesaria para ejercer sus actividades con dignidad". Techo, trabajo y tierra fueron los requerimientos mínimos que hizo el pontífice a los líderes reunidos en la Asamblea General de la ONU, para poder alcanzar estas condiciones mínimas de "dignidad".
El papa reafirmó la Carta de las Naciones Unidas como instrumento de paz, pero, afirmó que cuando se usa "como un simple instrumento para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de pandora incontrolable".
Francisco I hizo un llamado al fin del conflicto y criticó el intervencionismo político que ha provocado guerras y "sufrimiento" en lugares como Ucrania, Libia, Siria, Sudan del Sur y otras regiones. "Mujeres y niños que sufren, lloran y mueren que se convierten en seres humanos de descarte", aseguró el papa al referirise a la forma como se han asumido estos conflictos.
También encontró un espacio el líder de la iglesia catolica para referirse al flagelo del narcotráfico. Es una "guerra asumida y pesimamente tratada". aseguró Francisco I, quien dijo que este flagelo se ha infiltrado en las estructuras gubernamentales y ha socabado la credibilidad de las instituciones.
Al final de su discurso, el papa citó al poeta gaucho Martín Fierro:
"Tengan unión verdadera,
en cualquier tiempo que sea,
porque si entre ellos pelean,
los devoran los de afuera".
En referencia a los intereses "políticos e ideológicos" que, aseguró, separan a las personas en un mundo "conexo solo en apariencia".
Francisco se encuentra en Nueva York desde el jueves, dentro de una visita a EEUU que antes le ha llevado a Washington y que seguirá el sábado en Filadelfia, llegó a la sede central de la ONU a las 8:20 a.m. hora local (7:20 a.m. hora colombiana).
El pontífice llegó en un vehículo negro y fue recibido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Después de los saludos, entró en el edificio principal de Naciones Unidas con una reducida guardia de honor del personal de seguridad de la organización.
Su llegada se produjo poco después de que la bandera del Vaticano se izara por primera vez en la ONU, sin ceremonias especiales, después de que el 10 de septiembre la Asamblea General aprobara un cambio en las normas para poder colocar en su sede las enseñas de los observadores permanentes: El Vaticano y el Estado Palestino.
(Con información de EFE)